El rey de España va de compras con su amigo. El rey quiere comprar ropa elegante para el festival de La Tomatina en Buñol, Valencia. El rey y su amigo van a Banana Republic. Cuando entran en la tienda, el rey ve una capa. Dice:
—¡Me gusta esta capa! ¡Me gusta mucho! .
—¡A mí también! —dice su amigo—. ¿Por qué no te la pruebas?
Así que el rey se prueba la capa, pero no le queda bien. Es demasiado pequeña. El amigo le dice:
—No te queda bien esa capa. Te ves muy gordo.
Así que el rey no compra la capa.
Luego el rey ve un traje y dice:
—¡Me gusta este traje! ¡Me gusta mucho!
—¡A mí también! —exclama el amigo del rey—. ¿Por qué no te lo pruebas?
Entonces el rey se prueba el traje, pero no le queda bien. Es demasiado grande.
—Esos pantalones no te quedan bien —le dice su amigo—. Te ves muy feo.
Así que el rey decide no comprar los pantalones.
Luego el rey ve unos zapatos muy elegantes y dice:
—¡Me gustan estos zapatos! ¡Me gustan mucho!
—¡A mí también! —dice el amigo del rey —. ¡Me encantan! Yo me los quiero probar.
Así que[1] el amigo del rey se prueba los zapatos. Le quedan perfectamente. Pero hay un problema. El amigo no tiene la plata para comprar los zapatos. Así que el amigo del rey sale de la tienda. ¡Robó los zapatos!
[1]así que so